Esta noche se entregan en el Teatro Sanpol de Madrid los Premios del Teatro Musical. En esta octava edición, el musical Priscilla, Reina del Desierto parte como favorito. No sólo por sus 14 nominaciones, incluida la de Jaime Zatarain (Santander, 1977) como Mejor Actor Protagonista, sino también por todos los premios internacionales, incluidos un Tony, un Olivier y varios WhatsOnStage, que le preceden. A punto de terminar su primera temporada en el Nuevo Teatro Alcalá, hacemos balance con su protagonista de lo que ha supuesto esta producción para la cartelera madrileña y para él mismo.
Jaime ¿cómo llegaste a Priscilla??
Yo llegué a Priscilla haciendo un montón de castings y audiciones. Me enteré que se hacían las audiciones abiertas y me presenté sin mucha esperanza de que me fuera a salir. Yo ya había trabajado mucho tiempo con la empresa que los hacían y no me veían en ese rol, yo sabía que me veían en otra cosa totalmente distinta. Yo vi Priscilla en Londres y el personaje que interpretaba Jason Donovan fue lo que más me atrajo del musical y dije que me encantaría hacer ese papel, sin pensar que se iba a hacer un día en España porque era una producción muy grande. Y resulta que a los cuatro años, me entere que lo traía esta empresa con la que yo había hecho Más de 100 Mentiras y 40 El Musical, decidí presentarme porque en ese momento no estaba currando y fui a por ello con un poco de incertidumbre. Fueron dos meses y medio de castings, cinco ó seis pruebas que tenían que mandar al equipo australiano que son al final los que deciden.
¿Y cuando te confirmaron que tú ibas a ser Tick?
Pues yo estaba entrando a ver El Misántropo en el Teatro Español, con muchísimas ganas porque soy gran fan de Miguel del Arco y no pude concentrarme en la función del subidón. Súpercontento, la verdad. Yo tenía entendido que querían un protagonista famoso, como en todas las producciones mundiales de Priscilla pero aquí no lo encontraron, así que más contento todavía.
Y luego ya empezaron los ensayos.
Sí, luego ya empezaron los ensayos. Vino todo el equipo australiano, que fueron los que dirigieron la función y son maravillosos, la verdad. Estuvimos seis semanas a saco, es lo más heavy que he hecho.
¡Casi más tiempo de castings que de ensayos!
Sí, son 45 días de ensayos legales siempre para los musicales.
¿Realmente da tiempo en ese mes y medio de ensayos a preparar os personajes, las canciones, los bailes y el vestuario?
Da tiempo por el equipo australiano. Son los mismos los que lo montan en Londres, en Broadway, es como una franquicia. Ellos conocen el show a la perfección y si no fuera por ellos, evidentemente hubiera sido imposible.
Jaime encabeza un elenco compuesto por 40 artistas y un autobús robotizado, Priscilla, otro de los personajes del musical.
Un mensaje universal
El musical está basado en una road movie australiana de 1994 sobre el viaje a través del desierto australiano de Priscilla, un autobús en el que viajan tres drag-queens, aunque el auténtico viaje es el viaje interior que realizan sus protagonistas para encontrarse a sí mismos. Ese mensaje de ser fiel a lo que sientes y acéptate a ti mismo por difícil que sea sigue siendo igual de importante más de 20 años después.
Sí. Yo creo que ese el secreto de la película y de este musical, que de alguna forma cuenta una cosa un poco más antigua, más de antes, en cuanto a lo que es la estética de la drag queen antigua -que a mí es lo que me gusta, además, lo que hoy día es una drag queen no tiene nada que ver con lo que se cuenta en Priscilla- pero la esencia es la relación de los tres amigos, como pueden contar en Mamma Mia o cualquier otro musical, solo que rodeado de un contexto de color, de un vestuario increíble, de una música increíble que a todos nos agrada. Pero en el fondo, es un mensaje universal: encuentra tu propio viaje y tu propio camino y sé tolerante con tu entorno. Sé libre en tus decisiones.
Interpretas a Tick, el protagonista de la historia, el personaje que lleva todo el peso de la trama y el que tiene el papel más exigente y el momento más emocionante de la obra cuando pones los pelos de punta a todo el teatro cantando a Elvis. Además, te has dejado la piel promocionando el musical. Priscilla te debe mucho pero ¿qué le debes tú a Priscilla?
Yo le debo mucho a Priscilla. En primer lugar, que es uno de mis tantos sueños cumplidos. Cuando lo vi en Londres, nunca me imaginé que acabaría haciendo este papel. Primero, porque no era famoso y segundo, porque no pensaba y no confiaba en que en España se hiciera una producción de tal calibre. Es un sueño cumplido ¡y todavía me quedan muchos por cumplir!
Jaime como Tick (dcha) y como su drag queen, Mitzi (izq).
Leyendo todas las reseñas del musical, las palabras más repetidas son optimismo, espectáculo y diversión, pero como dice un amigo mío muy gracioso: la gente se lo pasa muy bien viendo Priscilla, pero yo me jarté a llorar ¿Sois conscientes los actores de la montaña rusa de emociones a la que sometéis al público en cada función?
Somos conscientes y eso es un regalazo cada noche.
¿Lo explotáis quizás?
Priscilla es un espectáculo que no te da mucho pie a regocijarte. Podría caer en meterse en los puntos dramáticos -el niño, la paliza que le pegan a Felicia o la desolación de Bernadette- pero yo creo que tiene el punto exacto al tocar ciertos temas dramáticos. Es un producto redondo. Está tan bien hecho el musical que no puedes caer en ningún lado excesivo. Y somos muy conscientes de que la gente acaba entregadísima. Yo nunca había hecho algo con tanto feedback del público.
Ahora que no nos oye nadie, que se dice en estos casos ¿de verdad os lleváis todo el elenco tan bien detrás del escenario como sobre él?
Yo creo que sí. A ver, es una convivencia brutal la de los musicales. Son ocho funciones a la semana, estás todo el día viéndote con el mismo grupo de personas encima de un escenario con lo que eso conlleva en relación a los egos y siempre hay cosas, siempre. Pero en el caso del trío protagonista, que es lo que más importa, sí que nos llevamos muy bien. Felicia (Christian Escuredo) y yo somos íntimos amigos, creo que eso se refleja un montón en el escenario. Sí que hay buen rollo, tiene que haberlo. Tiene que haber una verdad en el trío que es lo que sostiene la función. Pero hay de todo, como en todos los círculos sociales. Tenemos nuestras movidas y nuestros roces de convivencia como cualquier pareja o grupo de amigos.
Un año de éxito
Una temporada de Priscilla tiene que dar para un libro entero de anécdotas ¿alguna que recuerdes especialmente?
Anécdotas hay todos los días. Cuando yo saco el vestido de las chanclas, que es el más conocido de la película, llevo una chanclas con 20 centímetros de plataforma o más. La gente no se da cuenta pero van metidas entre los dedos y con el talón descubierto ¡Y tengo que hacer una entrada triunfal en el escenario! Un día me caí de la plataforma y me di un guantazo tipo top model en la pasarela: un silencio brutal, enseguida me recompuse, pero es de esos momentos que dices ¡Dios mío, qué patético!
También hemos llegado a parar la función porque a alguna del público le ha dado un ataque de risa muy muy fuerte y nos ha entrado la risa a nosotros. Hay aplausos, se rompe el código, se para un momento y se sigue la función.
Tick con su hijo, Benji. Cuatro niños interpretan el papel en las ocho funciones semanales del musical.
Esta noche, en la octava edición de los Premios del Teatro Musical, estás nominado al premio como Mejor Actor Protagonista ¿tienes ya pensado qué vas a decir (o a cantar) si te toca subir a recoger el premio?
No, no, no, no tengo nada pensado. Estoy muy nervioso con eso. Además, Christian está también nominado a Mejor Actor Revelación y estamos juntos en el camerino todo el día diciendo: y si subimos ¿¿qué decimos, por Dios?? ¡Tantas cosas que decir y que aprovechar para reclamar! No sé si me voy a preparar algo.
¿Improvisarás?
Improvisaré y ver qué me dejan los nervios decir. Tampoco me quiero preparar mucho porque a mí en concreto me daría cierta vergüenza tener algo preparado y que no me lo dieran. Al final, me dejaría llevar por la intuición y por los nervios y daría las gracias a la gente que quieres, que es la que te apoya todos los días en los buenos y en los malos momentos.
He vuelto a ver la película después de veros a vosotros en el teatro y creo que los personajes están incluso mejor construidos y más desarrollados en el musical ¿Estás de acuerdo?
¿Sí? ¿Te ha dado esa sensación? Yo es que la vi antes de empezar los ensayos y no la he vuelto a ver ahora con esta percepción.
¿Y qué es lo que más te gustó de la película?
A mí me flipó la película. Es más oscura que el musical, es todo más real, menos show y más el viaje interno de ellos que es bastante oscuro. Yo soy muy dramático, no lo puedo evitar. A mí las oscuridades contadas en cámara me gustan. Pero ahora que he hecho tanto tiempo el musical y que conozco al personaje tan de cerca, no sé si quiero volver a ver la película todavía, igual espero a que se acabe el proyecto.
El proyecto acaba de momento el próximo domingo 7 de junio ¿hasta cuándo está previsto y confirmada que continúe en cartel?
El 20 de agosto vuelve la segunda temporada a Madrid y luego supongo que habrá gira, pero no hay nada confirmado todavía.
Y después de Priscilla ¿qué?
Me ha salido una cosa con el grupo Póker de Voces, que son Dani Diges, Pablo Puyol, David Ordinas e Ignasi Vidal, cuatro cabezas de cartel de musicales de toda la vida que han montado un grupo tipo Il Divo pero más relajado y hacen conciertos y lo petan. Necesitan un quinto Póker de Voces, que voy a ser yo. Y me apetece mucho porque es muy divertido y muy relajado el show y es un concierto mensual, no un escenario como tal. Eso es lo que voy a compaginar ahora oficialmente con Priscilla. Luego, todo lo que venga, bienvenido sea. Yo soy de los que me involucro mucho en el proyecto presente y recojo los frutos después porque tengo la cabeza puesta en el presente.
Cambios de vestuario en directo, carreras de tacones y hasta un canguro en plató en la extensa entrevista que concedieron Jaime Zatarain, Christian Escuredo y Mariano Peña a Toñi Moreno en TVE. Atención al minuto 00:57 en el que Jaime canta a capella You Were Always On My Mind de Elvis.
Una vuelta a los orígenes
Empezaste tu formación en la escuela de Cristina Rota, que debe de ser algo así como un campo de entrenamiento militar para actores. Ella misma dice que aquí no hay término medio: les enseño a vencer o morir. ¿Es realmente tan dura esa escuela?
Sí. Yo ya no estoy tan de acuerdo con esa teoría pero es verdad que es así. No estoy de acuerdo con que se deba enseñar así porque es innecesario. A mí me fue muy bien. Soy de que me saquen las tripas en escena y soy partidario de hacerlo yo así, pero he visto mucha gente quedarse por el camino innecesariamente porque no estaban preparados para según qué trato.
Cristina Rota asegura que de todos sus alumnos (entre los que se incluyen Penélope Cruz, José Coronado, Ernesto Alterio, Goya Toledo o sus propios hijos Juan Diego y María Botto) guarda el momento en que se derrumbaron y añade que les ha ocurrido a todos. Es algo que espero, aunque no deja de conmoverme.
Yo estoy de acuerdo con esa enseñanza pero siempre que sea con un objetivo muy concreto. Yo he estado cuatro años con ella y es brutal.
¿Guardas tú también el momento en que te derrumbaste?
¡Uy, sí! Me derrumbé en mil momentos.
¿Llegaste a pensar en dejarlo todo?
No, no pensé en dejarlo nunca. Por eso a mí me fue muy bien con ella, porque a mí me va bien ese tipo de trabajo, me gusta.
Pero sí viste gente que se quedó en el camino.
Muchísima gente que se quedó por el camino y mucha gente que se bloqueó un montón después de caer. Yo creo que hay otro tipo de trabajo igual, con el mismo resultado, sin tener que bloquear a la persona. Cuando te bloqueas es muy complicado salir adelante. Pero mi experiencia con Cristina Rota es súperpositiva, fueron unos comienzos maravillosos sin los que yo no hubiera podido llegar a según qué sitios.
Como parte de esa formación, los alumnos de la escuela participabais en la función La Katarsis del Tomatazo, en la que el público podía (y aún puede hacerlo) tirar tomates a los actores si no les gusta su actuación ¿Qué recuerdos guardas de aquella experiencia? ?Te llevaste muchos tomatazos?
Me llevé muchos tomatazos pero era maravilloso. Me pareció una experiencia brutal y un privilegio tener ese espacio al mismo tiempo que te estas formando. Tengo unos recuerdos maravillosos de La Katarsis. Fueron tres años en los que conocí a gente con la que a día de hoy sigo teniendo relación todavía. Algunos siguen; otros, no. Pero a mí me dio muchísimas tablas. Fueron mis orígenes.
Enseguida tu carrera derivó hacia el musical.
Mi primer musical fue La Jaula de las Locas, con Andrés Pajares y Joaquín Kremmel, que no funcionó. Fue justo cuando estaba haciendo el último año de Cristina Rota y estaba en La Katarsis. Antes de terminar el curso, audición para este papel y fue mi primer musical. Era con la empresa que en ese momento había traído otros musicales a España, estaban haciendo Annie -que yo también hice al mismo tiempo que La Jaula y que a mí me encantaba- y Jekyll & Hyde, que también lo hice. Estuve un tiempo trabajando con esa empresa haciendo esos musicales antes de que me saliera Mamma Mia.
¿Eran los musicales tu objetivo o llegaste a ellos de manera fortuita?
Hace años en los musicales tampoco había mucho nivel interpretativo y yo venía muy potente. Empecé a hacer audiciones porque me encantaba bailar y cantar e interpretativamente hablando me veía con ventaja. Ahora ha cambiado mucho todo, afortunadamente, pero hace años cuando yo empecé los musicales los hacían o bailarines o cantantes, pero muy pocos actores. Entonces yo me veía como con ventaja, pero no es que yo solo haga musicales. Me encantan los musicales, me encanta el género, se me da bien y me encanta hacerlo, pero yo quiero hacer de todo.
La aventura neoyorquina
Después te trasladaste de Nueva York donde continuaste tu formación en The American Musical and Dramatic Academy (AMDA) y participaste en musicales como El Hombre de La Mancha o Paint your Wagon ¿Cómo fue tu aventura americana?
Increíble. No llegó a tres años pero eso marcó el antes y el después de mi carrera. Era una cosa que yo tenía pendiente en mi vida que no pude hacer con 20 años y que hice cuando cumplí 31 después de hacer aquí El Rey De Bodas. Fue a través de estar en contacto con el director John Rando -que es el director de un montón de musicales, tiene Tonys, es un tío increíble y yo aprendí un montón con él- por lo que decidí irme allí. Pedí una beca para ir a esta escuela y fue increíble también. Me tuve que volver por razones personales, pero me tenía que haber quedado porque me estaba yendo muy bien.
¿Volverías a Broadway?
¡De cabeza! Pero volvería con trabajo, no ya a buscarme la vida. Porque me costó mucho volver aquí y adaptarme a Madrid. No reconocía la ciudad. Luego me salió enseguida trabajo y me ha ido muy bien.
Sí, porque a tu vuelta de Nueva York te esperarían como los peldaños de una escalera los musicales Más de 100 Mentiras, 40 El Musical y finalmente Priscilla.
Sí, me ha ido muy bien y profesionalmente Nueva York me puso en otro lugar.
Aparte de ir al teatro, a nuestros lectores también les gusta viajar. ¿Les recomendarías algún rincón especial de Nueva York que visitar en su próximo viaje?
Al verano siguiente de volver de Nueva York fui diez días de vacaciones y visité un sitio que está en Brooklyn y se llama Red Hook, que es como un pueblo perdido maravilloso. Es una especie de barrio con una calle solo en medio de la costa, un buen rincón para ir porque no lo conoce mucha gente que no es de Nueva York.
A nuestros lectores también les gusta leer, valga la redundancia. En una entrevista reciente has dicho que tu libro preferido es El Guardian entre el Centeno de J. D. Salinger ¿qué veis TODOS en ese libro que yo no veo?
Je, je, je, pues no lo sé. Es el típico libro que lees cuando eres muy joven, que yo he leído años después y que me siento como en casa leyéndolo. No digo que sea lo mejor he leído ni mucho menos, pero es el libro que me sale cuando me preguntan últimamente.
La materia prima de un actor es la verdad
El salto del teatro al cine o la televisión siempre parece más fácil que a la inversa ¿fue tan fácil para ti cambiar de método para interpretar papeles en series de TV como Dreamland o Frágiles?
Yo uso el mismo método, que es el método de la honestidad y la verdad. La construcción del personaje para mí es igual y los conflictos de las relaciones se trabajan de la misma manera. No debería haber diferencia. Pero sí que el código es distinto. Con una cámara delante tienes que tener todo muy bien trabajado interiormente porque la cámara te lo pilla todo, no puedes decir una mentira.
¿Y en el escenario, sí?
En el escenario sí que puedes mentir de alguna forma. Es más fácil. Cada código tiene su complicación. Yo admiro mucho todo el trabajo audiovisual, me encanta y tengo muchísimas ganas de florecer por ese lado, pero me parece muy complejo. Parece que cuesta menos esfuerzo pero yo creo que no. Es más complicado porque te pilla la falta de honestidad más rápido que en el escenario. Y luego el escenario tiene de complejo que tienes que llegar a 1200 personas. La cuestión es trabajar con verdad y ser fiel a tus emociones, a lo que sientes y a tus vivencias. Y eso da igual que estás en el escenario, delante de una cámara o donde sea. Mi materia prima es la verdad.
Con Jaime en el taller del artesano y restaurador Javier S. Medina.?
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Jaime es un actor como la copa de un pino y el resto del elenco no se queda atrás. Y el musical es simplemente sobrecogedor, cuesta imaginar algo más espectacular sobre el escenario de un teatro. Además Madrid es la ciudad perfecta para alojar un montaje de estas caracteristicas por su gran atractivo turístico para la comunidad gay. Enhorabuena a todos lo que han hecho posible que Priscilla se pasee por Madrid!
Gracias por haber creado el ambiente necesario para que Jaime encuentre cómodo… en la corta distancia es irresistible.
La naturalidad en todo lo que hace…como en su día etiquetó su modo de cantar «orgánico» y yo trasladaría a su manera de bailar, actuar y ser. Hace tan suyo cada proyecto que realmente ES quien ves…o eso nos hace creer.
Felicidades por la entrevista!!
¡Muchas gracias a ti! Da gusto trabajar con gente tan amable y profesional como Jaime y para gente tan maja como tú…