Madonna estrella su nuevo disco

carousel-madonna_1050x580

No, no nos hemos equivocado con el titular. Madonna ha estrenado y estrellado su nuevo trabajo, Rebel Heart, que por fin sale hoy a la venta en España. El lanzamiento del disco no ha podido acumular más despropósitos por parte de la estrella. El primero de ellos, tardar tres años en sacarlo. Vale que durante este tiempo estuvo promocionando su anterior disco, MDNA, y se embarcó en una gira mundial, que acabó en diciembre de 2012 en Argentina y de la que extrajo su cuarto albúm en directo, publicado en septiembre de 2013. Pero es que durante todo ese tiempo, Rihanna ha sacado la friolera de diez singles, alguno de ellos tan potentes y bien producidos y promocionados como Diamond; Katy Perry, ocho; y Lady Gaga, seis. La reina del pop se deja comer terreno por sus más directas competidoras.

RebelHeart

Con lo que ha tardado en sacar el disco, ha dado tiempo a que haya filtraciones de todo tipo. La primera de ella, de 13 maquetas en noviembre pasado, provocó un cabreo de la hostia gran malestar a la cantante así como que tuviera que adelantar la publicación de seis de las canciones definitivas del disco como regalo de Navidad para limitar los daños en su cuenta corriente. También provocó el arresto en enero de un ciudadano israelí como responsable del ultraje a la diva. No sirvió absolutamente de nada: a principios de febrero hubo una nueva filtración, esta vez de toooodo el material que Madonna había preparado para el disco, hasta un total de 25 temas nuevos. Para liarlo todo aún más, estos temas han sido repartidos en tres versiones del álbum. Dejamos para un próximo e inminente post la crítica musical del disco y de sus tres ediciones.

¿Gira promocional o promoción de la gira?

Para intentar salvar los muebles y conseguir vender algún disco con tanta filtración, Madonna se ha lanzado a una promoción maratoniana. El video de su primer single, Living For Love, no ha tenido el impacto esperado y quizá por eso la diva sigue explotando su cuidada estética torera-cabaretera en cada una de sus actuaciones promocionales. La primera, durante la última edición de los premios Grammy, le supuso por fin el aplauso de la crítica y el público. No tuvo tanta suerte durante los Brit Awards, de cuya actuación nadie recuerda otra cosa que no sea su aparatosa caída al poco de salir al escenario.

Tranquilos, Madonna tiene el culo pelao mucha experiencia en caídas de caballo, lo que, según ella misma declaró poco después, evitó lesionarse cadera o posaderas y sólo se hizo daño en la cabeza.

La promoción europea también ha parado en Italia y en Francia, donde Madonna ha ampliado su repertorio en directo con el segundo single del álbum, Ghosttown. La próxima semana, estará de vuelta en Estados Unidos para aparecer de lunes a viernes en el programa The Ellen DeGeneres Show.

Aparte de esto, Madonna ha anunciado a bombo y platillo una gira de conciertos en recintos más pequeños de los que nos tiene acostumbrados que la llevará por cuatro continentes pero que, asombrosamente ¡no empezará hasta septiembre! Y no sólo eso, sino que en su página web oficial la presenta, literalmente, como el tour in support of Rebel Heart Album. Y aquí es donde ya no me puedo callar Esto nos lleva a la cuestión de fondo: la industria de la música ha cambiado mucho y muy rápidamente en la última década y todo parece indicar que Madonna, en lugar de estar a la vanguardia de ese cambio, como hizo en el pasado y como se esperaba de ella, simplemente se ha quedado atrás. ¿Te lo demuestro?

yomaysitdown
Madonna empezó su carrera musical en una glaciación época en la que los artistas con éxito se forraban con los beneficios de las ventas de sus discos de vinilo y cassettes, por muy arcaico que este término nos suene ahora. Los vinilos no se podían piratear y las copias en cassette eran inofensivas en cuanto a cantidad y de calidad de sonido muy inferior a los originales. En este contexto, los conciertos sí eran parte de la promoción de los álbumes, junto con distribución de maxi-singles en radios comerciales y discotecas, campañas en tiendas y centros comerciales y anuncios en prensa y TV.

Cuando Madonna era la punta de lanza de la industria musical

En 1992 Madonna firmó un contrato revolucionario con Time Warner por el que unía su destino al de la discográfica por 60 millones de dólares. Los discos tenían larga vida en el mercado, una vida alimentada por singles que sonaban en las radios durante meses y por una industria del videoclip que alcanzó sus cotas más altas de calidad en esa década. Tanto es así, que durante los siete años que duró el contrato Madonna no salió de gira más que una sola vez. Y no fue precisamente después de su disco más laureado, el Ray Of Light (¿cuántos millones de copias más hubiera vendido si hubiera salido de gira promocional?), sino en 1993 y para promocionar el álbum Erotica, su primer traspiés tras una década en continuo ascenso.

La generalización del uso del compact disc a principios de los 90 y de internet a finales empezaron a cambiar las reglas de la industria. A partir del año 2000, la música en directo vivió una edad de oro, ya que los grupos y cantantes tuvieron que dejar de hacerse los remolones y salir a dar conciertos para compensar la paulatina pérdida de ingresos por venta de CDs. Madonna no fue ajena a este fenómeno, y desde 2001 año ha hecho más giras que en los 20 años anteriores, incluyendo su mejor gira hasta el momento: el Confessions Tour.

Lo mejor de lo mejor de la mejor: los bailarines de Madonna descargan adrenalina desafiando a la gravedad durante uno de los mejores momentos de la mejor gira de la artista hasta la fecha, The Confessions Tour, que siguió a su mejor disco de este siglo, Confessions on a Dancefloor (2005).

En 2007, Madonna se puso de nuevo en cabeza de la industria al firmar uno de los primeros contratos todo en uno con Live Nation, por la que la promotora se hacía (durante 10 años y por unos 120 millones de dólares) con los derechos de todos sus discos, merchandising, programas de televisión, películas y, sobre todo, de sus giras, lo que más beneficios se preveía que iba a dar. No se equivocaban. Los conciertos no eran ya un medio para vender más discos, sino que eran los discos la excusa para dar conciertos. Incluso, podrían hacerse giras sin haber publicado álbum previamente ¿por qué no una gira de grandes éxitos, por ejemplo?

Internet ha cambiado las reglas del juego… y ha venido para quedarse, Madonna

Desde el punto de vista de la industria de la música, hasta el mismo año 2007 nos suena lejano ya. El aumento de la velocidad de internet y la capacidad de almacenamiento de los dispositivos han supuesto, junto con el desarrollo vertiginoso de la telefonía móvil, una revolución sin precedentes. Hoy día, sólo los frikis fans compramos los CDs de Madonna (o de cualquier otro artista) y lo hacemos por inercia y por afán coleccionista, porque lo que de verdad escuchamos luego son las versiones digitales de los discos en nuestros ordenadores, smartphones, ipods o en Spotify. Nadie tiene que comprarse ya un disco entero porque le guste una canción: si te gusta un tema, te lo descargas por muy poco dinero, al momento y desde casa. Son esas canciones las que promocionan el concierto y el concierto el que puede aumentar las descargas de algunas canciones, pero el álbum no pinta nada ya.

Lo que los fans esperamos de exigimos a Madonna es que nos saque temazos como Ray Of Light, Vogue o Express Yourself aunque no publique disco nuevo; que los promocione con video-clips tan rompedores y vanguardistas como Get Together, What It Feels Like For A Girl o Bedtime Story; que si tarda tres años en publicar un disco nuevo, que al menos sea tan bueno como Confessions On A Dancefloor, Like A Prayer o Ray Of Light; y que si sale de gira, que sea una gira (de verano) tan completa y espectacular como The Confessions Tour.

ovation

Pero estando así las cosas, va Madonna y pretende, en el año 2015 y tras tres años de silencio, aumentar las ventas de un disco de baladas regulero mediocre que se filtró varias veces antes de su lanzamiento con una gira otoñal de pocos conciertos y en recintos pequeños que comienza seis meses después de ponerse a la venta ¿Pero quién está asesorando a esta mujer? ¿Guy Ritchie? No podemos confirmar este extremo, pero lo que está claro es que Madonna va a tener que esforzarse mucho a partir de ahora para que no se conviertan en proféticas las palabras de Queen, uno de los temas filtrados que finalmente no ha sido incluido en ninguna de las ediciones del disco:

The queen’s been slain, she’ll never rule again
La reina ha caído y no volverá a gobernar


3 Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *